La Mina
Durante cientos de años, el regadío ha sido una de las principales fuentes de riqueza de Miranda. Para abastecer de agua las tierras y aprovechar al máximo los recursos del río, los mirandeses idearon un sistema de riego para poder abastecer de agua a todas las parcelas del regadío.
Construyeron una edificación, aguas arriba del río, para aprovechar la pendiente del terreno y la fuerza del agua, y así, a través de una serie de canalizaciones, distribuir el agua por sus parcelas. La construcción se sitúa en una parcela que pertenece al pueblo vecino de Larraga, desde donde comienza el sistema de riego. Todas aquellas personas que estaban dispuestas a colaborar y tener riego en sus fincas, constituyeron la Comunidad de Regantes, la cual es propietaria de esa construcción situada en el término de Larraga.
Parte de la conducción del agua se realiza de forma superficial, a través de canales de tierra, piedra u hormigón. Sin embargo, existe otra parte que circula bajo tierra. En total, todo el sistema de canalización, discurre por los términos de Larraga, Berbinzana y Miranda de Arga.
Hasta la actualidad, este sistema ha proveído de agua al regadío de Miranda y durante años han sido frecuentes las obras para su mantenimiento, en especial las zonas subterráneas. En un futuro, la llegada de un nuevo regadío a través del Canal de Navarra, dejará en desuso estas construcciones, aunque sus restos quedarán como pruebas del pasado agrícola de Miranda.