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Miranda durante el Reino de Navarra

La hegemonía peninsular del Reino de Pamplona bajo el reinado de Sancho III el Mayor, trajo consigo la expulsión definitiva de los invasores musulmanes de Miranda. El Reino de Navarra traerá a Miranda su época de máximo esplendor, que le permitirá la construcción de su iglesia y su regadío, el establecimiento de una fortaleza y el reconocimiento de los reyes navarros a través de la concesión de fueros y la categoría de hidalguía y asiento en cortes. Sin embargo, también viviría malos tiempos, debido a las consecuencias de las diversas guerras y epidemias durante el siglo XIV, y pasaría en varias ocasiones a estar bajo dominio castellano.

El Castillo

Bajo el reinado de Sancho III el Mayor, la fortaleza construida durante el dominio musulmán se consolidó y se construyó todo un castillo, que alcanzaría una singular importancia en el sistema de castros y villas fortificadas establecidas por los reyes navarros para la defensa del reino.

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La autoridad máxima del castillo era un alcaide, cuya obligación era residir en el castillo, siendo habitualmente caballero o escudero. Gracias a los registros de Comptos, conservamos los nombres de los alcaides del castillo de Miranda desde el siglo XIII hasta la conquista. Entre ellos encontramos alcaides con experiencia en otros castillos navarros como Azagra, Monreal o Maya, además de algunos de origen francés, debido a la llegada de dinastías franceses al trono navarro.

Desde el siglo XII Miranda va a empezar a recibir distintos fueros de los reyes navarros, que les otorgaban tanto derechos como obligaciones para con el monarca, principalmente en el pago o exención de distintos tipos de impuestos.

Esplendor mirandés durante el siglo XIII

Será durante el siglo XIII y la primera mitad del XIV cuando Miranda alcance su máximo esplendor, llegando en 1330 a una población de 2115 habitantes, número que desde entonces no ha sido superado ni igualado. En este momento los mirandeses, gracias a una buena situación económica, realizan varias obras que perdurarán en el tiempo. Es el caso de la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, que a partir de ese momento serviría como elemento aglutinador del casco urbano del pueblo.

En 1330 Miranda alcanza la población de 2115 habitantes, cifra que todavía no ha sido superada ni igualada

La construcción del templo era una muestra de la buena situación de la villa, confirmada por la construcción del regadío, impulsado por Teobaldo I a partir de 1236. Las obras del regadío continuarían siglos más tarde, bajo los reinados de Felipe de Evreux (segundo tercio del siglo XIV) y Carlos III (primer tercio del siglo XV).

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Miranda bajo dominio castellano

A pesar del establecimiento del Reino de Navarra, Miranda pasaría a manos castellanas en varias ocasiones antes de la conquista definitiva en 1512. A la muerte de García Ramírez el Restaurador (1150), Miranda, Artajona, Larraga, Cabror y Olite, pasaron, bajo el nombre de Reino de Artajona, a dominio castellano, gracias a la dote entregada por la infanta Urraca en su matrimonio con Sancho III de Castilla. Apenas ocho años más tarde todas las villas serían reintegradas en la corona navarra por Sancho VI el Sabio. No sería esta la última vez que Miranda pasase a dominio castellano. En 1379, tras la guerra entre Navarra y Castilla, se estableció en el Tratado de Briones que Miranda, junto a otras localidades y su castillo, pasase a dominio castellano durante diez años.

Crisis y guerras durante el siglo XV

El siglo XV traerá a Navarra guerras civiles y cambios de dinastías, de las que Miranda no se librará de las consecuencias. En 1447, Miranda será incluida en la dote ofrecida por el reino y las cortes al Conde Gastón de Foix en su matrimonio con la infanta Leonor, pasando así a estar bajo jurisdicción de la casa que gobernaría Navarra en los años siguientes. En plena guerra civil navarra, Miranda rechazará en 1463 a los ejércitos castellanos que intervienen en favor del partido beaumontés, recibiendo en 1466 de la princesa Leonor el reconocimiento de la hidalguía y franqueza para algunas casas mirandesas.

Los Reyes de Navara, Juan de Albret y Catalina de Foix, conceden en 1512 la hidalguía a todos los habitantes de Miranda, y un asiento en Cortes para la villa

Por los mismos motivos, ya en 1512, los reyes Juan de Albret y Catalina de Foix, concederían a Miranda la hidalguía e infanzonería para todos sus habitantes, la gracia de buena villa y un asiento en las Cortes.

Sin embargo ese mismo año la conquista de Navarra por parte de Castilla se consumaría, dando paso, a pesar de la resistencia mirandesa, a una nueva etapa con la desaparición del reino navarro.

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